Los misterios de la infancia es el nombre de la exposición que el artista plástico Germán Wendel inauguró el 1° de junio en el Museo Evita. Tal como su nombre lo indica, las obras reflejan imágenes típicas de la niñez e invitan a viajar en el tiempo para poder conectarse sentimentalmente con aquellas actividades que representaron una etapa de la vida de todo ser humano. Se podrá visitar de martes a domingos durante todo el mes de junio.
La muestra se divide en dos salones del primer piso del edificio. En uno de ellos se pueden apreciar los bocetos que el pintor hizo para poder realizar sus obras finales. Sobre la pared y arriba de unas vitrinas bien iluminadas, donde están expuestos los dibujos, hay una gigantografía de una persona con cabeza de conejo y un juguete en su mano, que deja en evidencia la esencia de las obras del artista.
En el otro salón se encuentran expuestos 23 cuadros colgados sobre las paredes. Cada uno de ellos está pintado con colores suaves y delicados. En sus dibujos predominan figuras humanas pero con cabezas de animales y de casas. La muestra va narrando una historia: En cada pieza hay escondido un aspecto de aquella etapa de la vida donde solo importa jugar. Por ello, en su mayoría, se observan juguetes, libros y escenarios particularmente de cuentos.
La intención de Wendel era recrear una obra en la que se pudiera valorizar la infancia de tiempos atrás donde solo se pensaba en jugar y ver el mundo desde ese costado de inocencia. La imaginación juega un rol importante, por los escenarios que elige y los personajes que aparecen en cada uno de sus cuadros. Una muestra que permite el contacto con la idea y el misterio de la niñez.
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